Ilustración es la forma que
tenemos de denominar a una época de la historia –el S. XVIII- con
una serie de tendencias intelectuales muy características, especialmente en
Francia, Inglaterra y Alemania y en menor medida también en otros países
europeos. Si nos ponemos en plan plurilingüe
le llamaremos también Lumières,
Enlightenment o Aufklärung.
Podemos
decir que la característica principal de este movimiento es el optimismo de la razón. No al estilo
cartesiano, ya que se tiene bastante claro que la razón no es omnipotente en el orden epistemológico,
sino en tanto que se la considera herramienta de emancipación. Liberación del
hombre con respecto a la Naturaleza, a la que el desarrollo científico
permitirá conocer y dominar, y también en el orden social, que debe ser
reorganizado siguiendo los dictados racionales.
Dejemos que hable Kant, y pronto discutiremos
si estamos en una época optimista propiciadora de la liberación humana o en una
época dominada por el miedo y por tanto en riesgo permanente de ceder sus
libertades a aquellos que “han de salvarnos” de los peligros que nos acechan.
Ilustración es la salida del hombre de su culpable
minoría de edad. Minoría de edad es la imposibilidad de servirse de su entendimiento
sin la guía de otro. Esta imposibilidad es culpable cuando su causa no reside
en la falta de entendimiento, sino de decisión y valor para servirse del suyo
sin la guía de otro. Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio
entendimiento! Tal es el lema de la Ilustración.
Pereza y cobardía son las causas por las que tan gran parte de los
hombres permanece con agrado en minoría de edad a lo largo de la vida, pese a
que la naturaleza los ha librado hace tiempo de guía ajena, y por las que ha
sido tan sencillo que otros se erijan en sus tutores. Es muy cómodo ser menor
de edad. Tengo un libro, que suple mi entendimiento; a quien cuida del alma,
que suple mi conciencia; a un médico, que me prescribe la dieta, etc., de modo
que no tengo que esforzarme. No tengo necesidad de pensar, si puedo pagar;
otros se encargarán por mí de la enojosa tarea. Aquellos tutores, que se han
hecho cargo tan bondadosamente de la supervisión, se cuidan muy bien de que el
paso hacia la mayoría de edad sea tenido, además de por molesto, también por
muy peligroso por la gran mayoría de los hombres (y por todo el bello sexo).
Respuesta a la pregunta: ¿Qué es Ilustración? I. Kant. 1784
(Traducción de Javier Alcoriza y Antonio Lastra)